Cuando los musulmanes bosnios fueron rescatados por los judíos
Ashley Perry
JPost Blog Central
La confusión reciente en los Balcanes y el Foro Global para el Combate contra el Antisemitismo en Israel, durante la semana pasada, son un buen contexto para recordar un acontecimiento poco conocido en la historia judía.
Los judíos, durante las guerras y las crisis nacionales explosivas, por lo general, suelen sufrir en un grado devastador. Es por eso que la comunidad judía, como ese último 'otro' existente, se posiciona raramente a favor de cualquiera de las partes en conflicto y trata de guardar un perfil tan bajo como sea posible. Un caso aparte ocurrió durante el asedio de Sarajevo, desde 1992 hasta 1996.
La comunidad judía de Sarajevo puede remontar su existencia como un asilo seguro hasta aquellos exiliados ibéricos que huyeron de la Inquisición y por último de las expulsiones. Incluso hoy, la mayoría de la comunidad judía es sefardí y aunque muchos de ellos fueran exterminados durante el Holocausto, el ladino todavía se habla entre muchos.
En 1992, con la desintegración de Yugoslavia, los serbios bosnios, sostenidos por Belgrado, sitiaron la nueva capital bosnia, Sarajevo, en lo que se convirtió en el sitio más largo de una ciudad en una guerra moderna.
Durante las etapas iniciales del asedio, algunos judíos, junto con otros, intentaron abandonar la ciudad y muchos pensaron que todos los judíos se marcharían. Demostrando la importancia de la comunidad judía, el presidente bosnio Alija Izetbegovic solicitó que los judíos no se marcharan, diciendo que representaría un mal presagio para el país si lo hicieran. Los judíos de la predominantemente musulmana Sarajevo eran respetados y tenían una buena reputación entre sus vecinos. La comunidad judía no decepcionó a su conciudadanos de Sarajevo e inmediatamente inició un proyecto humanitario sin precedentes, tratando de ayudar en todo lo necesario a la ciudad asediada.
'La Benevolencija' era una organización humanitaria fundada por los judíos sefardíes de Sarajevo a mediados del s. XVIII, y pretendía ayudar al bienestar de aquellos que lo necesitaran. Cuando estalló en 1992 la guerra en Bosnia y Herzegovina, 'La Benevolencija' fue reactivada para asistir a todos aquellos que necesitaran su ayuda sin tener en cuenta su raza o religión en una ciudad étnicamente dividida.
Con la ayuda del Comité de Distribución Conjunto, la organización abrió una farmacia libre y un servicio de entrega de alimentos para aquellos que no podían abandonar sus casas debido al fuego de los francotiradores.
Ivan Ceresnjes, que era el presidente de la comunidad judía de Sarajevo en el momento de la guerra, dijo que 'La institución benéfica católica exclusivamente asistió a los católicos, a menos que uno quisiera convertirse. La institución benéfica musulmana sólo cuidó de los musulmanes'. Así pues, nadie estuvo a la altura de la comunidad judía a la hora de dirigir a la única organización humanitaria no sectaria que realmente buscó el bienestar de todos los ciudadanos de Sarajevo.
Ceresnjes y otros miembros prominentes también fundaron 'Los Amigos de La Benevolencija', organización de apoyo que recaudó dinero para hacer entrar víveres y ayuda evacuando a la gente de la línea de fuego. Los ocho convoyes que la organización logró poner en funcionamiento para la gente de Sarajevo salvaron muchas vidas y fueron operaciones muy arriesgadas. Los convoyes tuvieron que pasar áreas serbias, bosnias y croatas y la única gente que podría hacerlo eran los judíos.
La Benevolencija también estableció una emisora de radio que permitió que la comunicación con los familiares en el extranjero y envió correos esenciales. Esto lo realizó ante la imponente burocracia de las Naciones Unidas, que se dedicó a poner barreras en su camino en casi cada proyecto.
La organización sigue hasta hoy en Sarajevo y es muy admirada por la mayor parte de los ciudadanos de Sarajevo por sus contribuciones durante el duro asedio. Muchos bosnios, sobre todo musulmanes, deben su vida a la valerosa comunidad judía y a los servicios que prestaron.
Este episodio de valentía es relativamente desconocido, incluso dentro del mundo judío. Ceresnjes fue honrado con la Legión d'Honneur de la República francesa en 1994, por conservar el espíritu multicultural del país, por ayudar a las víctimas de la guerra de un modo abierto y nada sectario, y por conservar una isla de paz entre las partes en guerra.
Sin embargo, esta historia debería ser un recordatorio para los antisemitas de que los judíos, cuando se les respeta y se les permite ayudar, se esfuerzan por asistir a sus vecinos en tiempo de necesidad.
La historia judía ha sido mucho tiempo una historia de expulsiones, antagonismos y pogromos. Los judíos de Sarajevo demostraron a los antisemitas que su leyenda de que los judíos son desleales a su país y sólo se preocupan por ellos mismos es completamente falsa. Sobre todo con una comunidad cuya historia contiene la experiencia de la Inquisición, la Expulsión y el Holocausto.
Dj Mar 06, 2008 5:31 pm