NO NEGAR A HANIYE EL DERECHO A SU MUERTE
Hilel ResnizkyUno de estos viernes, creo que el 22 de febrero, en un sermón en el cual no tuve el privilegio de participar, el líder del Hamás Ismael Haníe emitió un slogan casi apasionante: "Nosotros amamos la muerte y los israelíes aman la vida".
En muchas culturas se habla de valores, por los cuales es necesario brindar la vida. Así lo dijo Horacio elogiando la muerte por la patria -lo que no le impidió huir del campo de batalla y la honestidad me obliga a recordar que fue en una guerra civil-. Esas fueron las últimas palabras de Trumpeldor.
La Halajá afirma, respecto a la idolatría: "Morir y no transgredir". Y hay quien afirma: "Patria o Muerte" o "Socialismo o Muerte". En todos estos casos hay una tabla de valores y la muerte es una disyuntiva a la renuncia a uno de esos valores, no un valor en sí. Haníe estableció la muerte como valor en sí. Sobre todo, como valor en "no".
No es una innovación. El nazismo veía a la muerte como valor. El nazi-islamismo erróneamente denominado islamismo fundamentalista -¿qué fundamentos en el Islam conminan a matar inocentes?- rinde culto a la muerte.
Cuando los terroristas chechenios en Bislam tomaron a niños como rehenes, una mujer les ofreció el dinero de la tesorería del pueblo. La respuesta fue: "Nosotros amamos la muerte". Y así se selló el destino de los niños. ¿Cuántas manifestaciones organizó la izquierda antisemita como protesta por la inmolación criminal de esos niños?
La Segunda Intifada, la Intifada suicida, fue el ejemplo práctico de la muerte como valor. Muchachos y mujeres árabes fueron enviados a suicidarse y a matar israelíes sin distinción de sexo, nacionalidad o edad; niños, mujeres, árabes, trabajadores foráneos, etc.
La Intifada Suicida concluyó no por un rapto tardío de moralidad sino porque los lideres de Hamás -los "malogrados-" jeque Yasin y Abed Rantisi- pagaron con sus vidas la muerte del prójimo . Luego de que Hamás negó valor a la vida de árabes e israelíes, tuvo lugar correctamente, la "devaluación-" de la vida de los líderes.
La muerte como valor es una faceta del nazi-islamismo. A diferencia de Israel , cuyo lema práctico fue "a la conquista por la construcción", el fascismo árabe, ahora con careta nazi-islámica, afirmó siempre su identidad a través de la negación del prójimo.
En los disturbios de 1936-39, los árabes vociferaban :"Palestina nuestro país, los judíos nuestros perros". Por si acaso, debo aclarar que en árabe la palabra perro es claramente despectiva. En los últimos anos he vuelto a escuchar el mismo lema.
El lema israelí fue y es "Am Israel Jai"; el fascista árabe es "Muerte a Israel".
Ariel Sharón, tal vez tardíamente, comprendió que la conquista del país implicaba la conquista del pueblo palestino. Renunció a la Franja de Gaza. Y estaba dispuesto a renunciar al 90 por ciento o más de las tierras de 1967.
Los palestinos recibieron una parte de sus tierras casi en bandeja de plata. Israel renunció al corredor Filadelfi a lo largo de la frontera lo que implicó una amenaza, rápidamente concretada, de contrabando de armamentos.
Hamás, con Haníe a su cabeza, en lugar de tomar la Franja de Gaza como planta piloto para el estado palestino la hicieron base de la agresión a Israel. La izquierda antisemita, también la israelí, busca pretextos.
Pero la realidad es que el fascismo árabe de la escuela "hamásica" interpretó nuestra retirada de Gaza, que fue un acto puro de sionismo en camino a un Estado judío democrático, como un acto de cobardía y una señal de debilidad. " Sharón, el que cruzó el Canal de Suez , temía a las huestes de Hamás". ¿Tal vez también al lobo y a los siete enanitos?.
Hamás interpretó algunas fallas en la Guerra del Líbano como señal de la presunta debilidad de Israel. Para ellos, como para Hezbollah, fue una "victoria divina" aunque sus resultados hayan sido la retirada de Hezbollah de la zona sur del Líbano, el establecimiento de fuerzas de la ONU a lo largo de la frontera y la destrucción del 80 de por ciento de los cohetes de largo alcance.
En forma similar han presentado el operativo israelí, con más e cien muertos árabes, la mayoría militares, como una victoria. Habría que diferenciar entre esta historia y "Las mil y una noches".
El fascismo islámico no tiene más que esperar el derrumbe "inevitable" de Israel, que crece con más de un cinco por ciento anual y cuya gravitación económica , intelectual y cultural en el mundo aumenta día a día.
Hamás, movimiento islámico fascista, tomó a la Franja de Gaza como a una etapa en la eliminación del Estado judío, inadmisible para el Islam. El presidente palestino Abu Mazen, que representa una tendencia secular y más pragmática, fue presentado como colaboracionista. Con la anuencia de la izquierda judía delirante que prefiere todo -incluso un Estado teocrático aliado al imperialismo iraní- a un Estado judío democrático.
La palabra mágica es EEUU. Basta que los estadounidenses apoyen a Abu Mazen para que la izquierda apoye a Haníe. Debo aclarar que no me refiero a la izquierda sionista tipo Meretz sino a grupos minúsculos, algo así como 137 personas, incluidos adolescentes imberbes.
Jadash, el frente comunista israelí, incluido su parlamentario judío, ha salido en estos días en contra del operativo en la Franja de Gaza, una respuesta a la agresión palestina contra Ashdod, Ashkelon Sderot y los kibutzim de la zona.
Las autoridades iraníes han sentenciado a cuantiosas multas y diez latigazos a cada uno de los líderes obreros por el sólo hecho de haber participado en demostraciones del 1 de mayo. ¿Alguien escuchó de una condena por parte del Partido Comunista israelí?, ¿alguien recuerda una protesta comunista por el bombardeo a la población civil en Israel que no esté acompañado y diluido por un a condena a Israel?
Hay que saberlo y decirlo: Hamás es responsable también por las inútiles muertes palestinas. Haníe se presenta y presenta a su movimiento como el polo de la muerte y la violencia. Es por eso un enemigo de los intereses palestinos. Como fascista árabe promueve a la derecha israelí y focaliza la política israelí no en los conflictos sociales sino en el conflicto nacional.
Conflicto que tiene solución, solamente sin Haníe.
No tengo en mi mochila el bastón de general ni deseo hacer más propuestas al Estado mayor, que las recibe cuantiosamente. Deseaba solamente resaltar la catadura moral y política del líder de Hamás. Es el apóstol de la muerte en Palestina. Israel y Palestina merecen otros apóstoles.
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