sábado, diciembre 16, 2006
La negación del Holocausto
Escribí este texto hace un año. El nazislamismo de Iran confirma
todos los temores ahí expresados. Hoy negamos la Evolución, el
Holocausto, el Sol como centro del Universo y si así seguimos el
árbol que nos vio nacer hace 100.000 años nos verá regresar como
monos estupidizados.
Esteban
gracias por tu mail. el texto que me enviaste me conmovió y te
felicito por tu sinceridad, y la forma en que lo escribiste
fue un gusto conocerte y sigamos en contacto
saludos
Jack
(Jack Fichs, sobreviviente del Holocausto)
Auschwitz: motivos para la memoria
Una recorrida por los foros de la web y los textos de diversos sites,
me ha hecho reflexionar seriamente sobre el error en que viví hasta
ahora.
Yo creía, ingenuamente, que se había cometido una tremenda injusticia
contra los judíos durante la segunda guerra. Y creía que dicha
injusticia la había cometido el régimen nazi y, debo confesarlo,
creía también que dicha injusticia fue…comprendida, ¿avalada? por
alguna parte del pueblo alemán. Esto último siempre revulsionó mi
conciencia democrática, porque hasta cierto punto esto suponía una
agresión, una acusación a una comunidad, un pueblo, exactamente lo
mismo que yo condenaba en el caso de la matanza al pueblo judío. ¿No
estaba yo matando al pueblo alemán al acusarlo de complicidad con el
exterminio a los judíos? ¿No era yo, no en acto aunque si en potencia
un exterminador, un antigermánico, un propiciador de la "solución
final al problema…alemán"?
Es por eso que, cautamente, guardaba esos sentimientos.
Lo innegable para mi era que un régimen político, el nacional-
socialismo, había imaginado, planeado, ejecutado y ocultado la más
cruel, masiva y discriminada matanza de la Historia. Un plan
siniestro que condenaba a la muerte por gas, fuego, hambre, frío o
fusilamiento y por el solo hecho de pertenecer a una etnia, a todos
sus miembros: hombres, mujeres, ancianos, niños, enfermos o sanos,
locos o cuerdos, buenos o malos.
Una afrenta que la Humanidad no perdonaría jamás.
Qué equivocado estaba, por Dios!
En realidad las cosas no fueron así, las cosas nunca son fáciles ni
claras, ni evidentes, nos insinúan ahora los bienpensantes.
Primero. ¿Existió tal masacre? Me dicen que es casi un invento, un
imposible técnico: dilapidar tantos recursos en un plan tan inútil
para la marcha de la guerra de Alemania contra los aliados.
Exageraciones creíbles porque, en efecto, los judíos habían sido
objeto real de persecución en la Alemania de la preguerra y no
gozaban de la simpatía del régimen. Pero de ahí a pensar en un plan
de exterminio, hombre!...
Lindo argumento. Casi lo compro. Me imagino así a todos los primos de
mis padres y sus hijos y nietos vivos, felices, en algún lugar de
Ucrania o de Moldavia, algunos llamándose quizás como yo, Stefan
Lijalad o Carl Mordcovsky. Decenas de familiares desconocidos pululan
en Europa del Este ingenuamente, sin saber lo preocupados que estamos
los primos americanos por su suerte. Algo tontos los tipos ¿no?
Pudieron habernos avisado ( "Estamos bien, vivos, todas mentiras
aliadas…"), pero seguramente perdieron la agenda con los teléfonos.
Segundo. Si realmente ocurrió,¿ por qué exactamente debe ser
condenado el régimen nazi? Muchos ven la cuestión desde un punto de
vista diferente. Veamos.
Todo crimen es condenable, incluyendo el que cometieron los judíos
asesinando a Cristo, o los que cometen a diario contra los palestinos.
Toda muerte, todo asesinato es condenable, sigue el argumento,
independientemente de la cantidad de víctimas. En ese sentido, los
asesinatos nazis son tan condenables como cualquier matanza (los
asesinatos de los norteamericanos contra los indios, de los
holandeses contra los indonesios o , nuevamente, la de judíos a
árabes).
Toda muerte violenta es igualmente condenable: por ejemplo la que
cometen millones de mujeres abortando.
En fin, no hay nada especial en el exterminio a los judíos que
organizaron los nazis; forma parte del aciago patrimonio de la
humanidad.
Por otra parte, los judíos asesinando a palestinos no se diferencian
en nada de sus victimarios de ayer, así que TODOS ESTAMOS A MANO.
Lamentable lo de Auschwitz, pero no muy distinto a Sabra y Chatila .
Ni la cantidad de víctimas ni los motivos son, entonces, argumentos
válidos para condenar a los nazis.
¿Será posible, interrogo yo tímidamente entonces, condenar el
método?: ¿No parece especialmente cruel tomar a un grupo de familias,
por ejemplo, de la comunidad judía romana, en 1944, separar a hombres
de mujeres y niños, meterlos en vagones de carga sin ventilación;
hacer que sus excrementos se acumulen los cinco días de viaje;
bajarlos en una estación gritándoles órdenes en un idioma
incomprensible; separar a los que bajan en viejos y enfermos, y
hombres sanos; llevar a estos últimos a hangares de desinfección,
marcarlos, raparlos y mandarlos a unas barracas, mientras sus mujeres
y niños no sufren ninguna de esas vejaciones sino que son
introducidos sin mayores explicaciones en unos baños públicos para
darles una ducha de desinfección, que termina con sus gritos bajo la
lluvia de gas que sale de los grifos? ¿No hay algo DISTINTO,
esencialmente prehumano o extrahumano en el sistema, en su
planificación meticulosa? (Imaginemos al ingeniero encargado del
diseño de las duchas, al químico buscando la fórmula del gas que más
rápido acabe la escena de las duchas, a los constructores pensando en
el modo más veloz de deshacerse de cientos de cadáveres, en fin). ¿No
hay algo parecido al mal absoluto en el reciclaje de los muertos:
pelos para hacer colchones, grasa humana para jabones, dientes de oro
para el Tesoro del Reichbank?
Son estas, claro, solo preguntas de un ignorante de los vientos que
corren.
Cada pueblo- nos insinúan- tiene modos de expresión y defensa de sus
valores. El liderazgo nazi interpretó que el sentir de su pueblo era
la limpieza étnica de Europa y ejecutó ese deseo oculto de
generaciones germánicas. En un contexto como ese: ¿podemos juzgar a
Hitler con nuestros valores de occidentales actuales?
"¿Y por qué vamos a hacerle (nos grita Izquierda Unida de España) el
juego a los sionistas imperialistas masacradores de los palestinos?
Que conmemoren "ellos" los sesenta años de la liberación de
Auschwitz."
Guau. Confieso que estos argumentos me dejan casi sin palabras para
contrarrestarlos. Suenan casi ciertos. El problema es que son tan
inmorales como sus autores, divulgadores, exégetas o promotores.
Condenan al ser humano a un destino letal, amargo, seco como las
órdenes de un Kapo del Lander, un destino que no vale la pena ni
imaginar. Ocultan un cocodrilo enorme y cruel detrás de decenas de
pequeños cerdos y nos dicen: "¿ven? Somos todos iguales! Que vamos a
hacer, quizás algún día el Hombre mejore…Mientras tanto no les
quitemos a los neonazis el derecho a la libre expresión. Y que los
judíos dejen de rascarse la herida, porque, como dice Saramago, "YA
no les tenemos más simpatía por lo que les pasó"
Qué tonto, yo.
Sigo creyendo que Auschwitz no es una anécdota cruel, un exceso, el
caso extremo de una conducta común y habitual. Creo que fue un
resultado de dos mil años de prédica antijudía desde el púlpito, de
cientos de años de consolidación de una cultura xenófoba en la
Alemania "antiliberal", nacionalista y conservadora; de cien años de
búsquedas de "soluciones finales al problema judío", de cincuenta de
los siempre populares "Protocolos de los sabios de Sión"; y por
último creo que Auschwitz fue producto de una decisión implementada
por el movimiento " nacional y popular " germánico, con apoyo del
pueblo en su conjunto, en un delirante ejercicio de crueldad masiva,
eficiencia e hipocresía.
Recordar sin pausa, siempre, como una letanía, el horror nazi no es
hacer el juego a ningún otro horror: es prevenirse permanente y
constantemente, saber señalar que donde no hay límites, la conciencia
civilizada debe ponerlos; saber que un pueblo puede asesinar a otro,
que un niño puede ser convertido en jabón en nombre del interés de
una nación, religión, raza o ideología.
Auschwitz nos obliga a repensar los límites de lo humano, ni más ni
menos. Auschwitz no "le pasó a los judíos" como pretende Saramago: le
pasó a la Humanidad entera, poniendo en cuestión el concepto mismo
de "lo humano".
Creo, para terminar, que hay valores universales y que estos valores
no pueden ser suspendidos por causas ideológicas, por razones de
estado o "para defender la Revolución".
Creo en la vieja -¡ oh ingenuo!- Declaración de Derechos del Hombre
de 1789 porque creo en el Hombre, como proyecto. No creo que sea un
ser absurdo que vino a matar o morir en Auschwitz, o en un Gulag, en
un autobus de Tel Aviv, o en un campo de muerte de Pol Pot, en Bagdad
o en las hogueras de la Inquisición, en las Torres gemelas, o en un
campo de refugiados de Gaza..
Vino a ser un pequeño dios, un creador de vida - hijos, ideas, bienes-
, un constructor de cada instante de su paso por la vida, angustiado
siempre por la muerte que le espera al final del camino, pero aun así
con fuerzas para el optimismo.
Ideas antiguas las mías.
http://www.monologia.blogspot.com/