Los
camellos (cuyo nombre viene de la palabra hebrea "gamal") son oriundos
del desierto árabe (los que tienen una joroba), y de Asia (los que
tienen dos jorobas). Se cree que fueron domesticados en el siglo 40 B.C.E. Su población mundial es de unos 20 millones de animales.
La
Biblia menciona que Abraham, aparte de poseer ovejas, bueyes, asnos y
sirvientes masculinos y femeninos, también era dueño de muchos
camellos, (Génesis 12:16). Evidentemente, era un millonario para su
época.
El
Nuevo Testamento menciona que es más fácil para un camello (animal de
dos metros de altura) pasar por el ojo de una aguja que para un rico
lograr entrar en el reino de Dios, (Mateo 19:24).
Los
camellos son utilizados como medios de locomoción en el desierto, y
también como espectáculo, con carreras de camellos y peleas entre
machos (lo cual solo se consigue cuando está presente una hembra en
celo).
Su
mayor uso potencial es como fuente de nutrición. Durante milenios los
habitantes del desierto han bebido la leche de camello. Los
científicos, que están investigando dicha leche, han descubierto que
tiene tres veces más vitamina C que la leche de la vaca. También tiene
vitamina B, hierro y calcio.
Aunque
un camello hembra puede dar hasta 20 litros de leche al día, (comparado
con 36 litros que da una vaca promedio), en la práctica se considera
que una producción satisfactoria es de 5 litros diarios. El problema es
que es difícil ordeñarlas. Hay que acercarse al animal por su lado
derecho, el ordeñador debe apoyarse en su pierna derecha, doblar la
pierna izquierda y colgar de ella un balde. La cría del camello tiene
que estar presente, pues si no la camella se niega a dejarse ordeñar. Y
si la camella le agarra antipatía al ordeñador, no cooperará en
absoluto.
Aquí
es donde entra el ingenio israelí. Una firma israelí ha diseñado un
aparato para ordeñar camellos hembras en forma automática. Ya vendió la
primera instalación a Dubai, por intermedio de su distribuidora
británica.
El
sistema israelí permitirá industrializar la leche de camello y
satisfacer a un mercado que tiene 200 millones de consumidores
potenciales.
Los conocedores no sólo la consideran deliciosa, sino que creen que es un tónico eficaz contra muchas enfermedades.
Y lo más importante: ¡Hay quienes están convencidos que es un potente afrodisíaco!